Artículo de La Vanguardia. El Árbol de los mitos. 22-6-2022

Del diluvio universal a los gigantes, el misterio de los mitos omnipresentes

El libro del día

'El árbol de los mitos', de José Luis Espejo y Diego Méndez, recoge en formato atlas los arquetipos más coincidentes entre culturas ancestrales lejanas en espacio y tiempo 

Sílvia Colomé 

22/06/2022 16:00 

El diluvio universal no ocurrió solo en el Génesis. Lo cuentan casi todas las antiguas civilizaciones de todo el mundo, convirtiéndose en el mito más difundido de la humanidad. El Noé hebreo es el Utanapishtim babilonio, el Manu hindú, el Decaulión griego o el Tezpi azteca, solo por citar a cuatro. No es la única coincidencia entre culturas ancestrales lejanas en espacio y tiempo. Los mitos, o mejor dicho, los arquetipos se repiten de manera casi asombrosa. José Luis Espejo y Diego Méndez se han dedicado a recogerlos en El árbol de los mitos (Editorial Base), un atlas de mitología comparada que parte de las tradiciones de más de 380 grupos étnicos de todo el planeta. “No hay un solo mito que sea realmente universal, sino unos cuantos”, detalla Espejo. 

En los mitos reside la memoria colectiva de la Humanidad" 

Diego Méndez. Coautor de 'El árbol de los mitos'

Entre estos se encuentran mitos como el de la Diosa Madre, los gemelos, el toro sagrado, los gigantes, el paraíso, el huevo cósmico, la montaña sagrada, el árbol del mundo, la creación del ser humano… “El mito rememora el tiempo del origen; por ello es una ventana que nos permite acceder al pasado más remoto, encripta tradiciones y creencias”, prosigue el historiador coautor del libro. “En los mitos reside la memoria colectiva de la Humanidad, son una fuente de conocimiento que nos muestra lo más primigenio del pensamiento del ser humano”, añade Méndez. 

La gran pregunta sería: ¿Por qué se repiten los mitos entre diferentes culturas? En este sentido, los autores exponen los dos argumentos más defendidos actualmente. Por un lado, existe la posibilidad de un único origen que luego se haya difundido al resto del planeta. “Ello puede sucede en ciertos mitos, como la creación del ser humano o del mundo, pero hay otros motivos míticos, como el diluvio, que estarían asociados a un acontecimiento concreto, cuya singularidad hace pensar en la huida de unos navegantes (los Noés)”, explica Espejo. El segundo argumento se centra en la posibilidad de que los mitos “estén de alguna forma almacenados en lo que Carl Gustav Jung llamaba el inconsciente colectivo”. 

Algunos detalles son exactamente idénticos en culturas separadas en el tiempo y en el espacio"

José Luis Espejo. Coautor de 'El árbol de los mitos'

Para Espejo, lo más sorprendente del estudio es cómo “algunos detalles son exactamente idénticos en culturas separadas en el tiempo y en el espacio”. Y expone algunos ejemplos. Uno de ellos hace referencia al famoso diluvio, en el que diferentes tradiciones culturales coinciden en narrar la montaña donde encalla la embarcación, la suelta de pájaros, la presencia de animales o el arco iris después de la lluvia. Algo similar ocurre en la bajada a los infiernos, con aspectos como la barca de los muertos o el perro del submundo. Un tercer ejemplo: la creación del primer ser humano amasando arcilla, el aliento de vida o incluso la aparición del cónyuge a partir de una costilla, tal y como ocurre en la Biblia con la creación de Eva y también en la tradición polinesia, donde “la primera mujer es llamada Eevee, curioso, ¿no?”, se pregunta Espejo.

“La cosmovisión de diversas culturas ancestrales coincide en otro punto común: la existencia de un universo mítico compuesto por tres mundos: el superior, el terrestre y el inferior”, explica Méndez. “La montaña sagrada, el árbol del mundo o el arco iris permiten viajar a estos otros mundos”, detalla. Para los autores, “todas las culturas, absolutamente todas, está emparentadas y forman una misma familia: la familia humana”. 

Cinco mitos universales

Extractos de 'El árbol de los mitos' 

Gigantes

“Las mitologías de la mayoría de pueblos del mundo cuentan que existieron seres gigantescos que anduvieron por la tierra durante el tiempo primigenio. No debe ser casual la presencia de un concepto mítico recurrente en mitologías de culturas aparentemente desvinculadas las unas de las otras, como la sumeria, la nórdica, la azteca, la algonquina, la china y la hindú, cuyas cosmologías explican que el Universo fue creado a partir de la muerte y el desmembramiento (arquetípico) de un ser gigante cósmico”.
“Son muy conocidos los cíclopes de la mitología griega, pero seres con esas características también aparecen en la tradición australiana, filipina, amazónica, irlandesa, vasca, serbia, turca, así como en la cheremís y la votaica siberianas” 

Paraíso

“El Edén bíblico es el ejemplo más conocido que presenta este esquema paradisíaco, pero no es el único. Tanto en el Paraíso de los Campos Elíseos de la Antigua Grecia, como en el Valhalla nórdico, residen las almas de los héroes fallecidos. Ese mismo esquema es posible encontrarlo en el Amenti o Duat del Imperio Antiguo egipcio, o en el Paraíso celta de Mag Mor. El Bralgu de los wulumba de la tierra de Arnhem (Australia), la Puerta del Sol de Nueva Guinea, la isla Kibu melanesia, el Polutu polinesio, o el Tlalocan o Tollan azteca son también ejemplos de regiones míticas donde moran las almas de los antepasados”. 

Huevo cósmico

“El concepto combinado ‘huevo-útero’ es común en todo el mundo. Simboliza esencialmente la ‘resurrección’ surgida de las aguas primordiales. Normalmente, el mito del Huevo Cósmico describe la creación del Universo surgido ex nihilo (desde la nada), o desde el caos”. “En el Antiguo Egipto se consideró al huevo como el alma de las aguas primigenias, en los tiempos de la Creación. Los dogones creen que los gemelos primigenios surgieron de un huevo materno del dios creador Amma. En la tradición sánscrita, Hiranyagarbha es el útero universal, llamado también el huevo dorado cósmico. El huevo se menciona en los textos sagrados hindúes de los Vedas y los Puranas; éstos lo equiparan con el origen de todo lo creado”.

Gemelos

“La figura de los (divinos) gemelos aparecen constantemente en las mitologías de todo el mundo. Habitualmente se presentan como personajes ancestrales de sangre divina, o de paternidad doble. Es el caso de los míticos Pólux y Cástor. En algunos mitos se trata de hermanos, uno hembra y otro varón (Isis-Osiris); en otras ocasiones se distingue entre el gemelo bueno y el malvado (Ahura Mazda y Ahriman). En otros mitos, los gemelos primigenios representan razas diferentes; por ejemplo, Manup (negro) y Kulabob (blanco), en Melanesia. Los personajes dualizados no son siempre gemelos, como es el caso de los hermanos bíblicos Caín y Abel”. 

Bajada a los infiernos

"El episodio mítico del héroe (o deidad) que desciende a las profundidades del inframundo está extendido por todo el planeta. Varios mitos griegos describen, en distintos pasajes, la visita mística al Mundo subterráneo. Entre los ejemplos disponibles, destaca el relato del duodécimo trabajo de Hércules, en el que el héroe desciende al Tártaro para capturar a Cerbero. Hermod cabalgó con el caballo de su padre Odín nueve días y nueve noches hacia el submundo en busca del alma de su hermano Balder, fallecido por una argucia de Loki (nórdico). El héroe Cuchulainn supera una serie de pruebas, cruza un puente y rescata una princesa capturada en el inframundo (celta). Anat rescata a su consorte Adad del submundo; Astarté baja para rescatar a su esposo Baal (Siria y Canaan). Gilgamesh desciende en busca de las hierbas de la inmortalidad, y Enki rescata a Inanna (sumerios). Ishtar revive a su esposo, que se encontraba en el inframundo (Babilonia)".

 

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