Elixir de la vida

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Temas principales: 

Manzanas, nueces, melocotones (fruto de la vida): (1-1), (1-2), (1-4), (2-1), (2-2), (2-3), (2-4), (2-5), (2-6), (3-2), (3-3), (4-1), (4-2) 

Agua de la vida: (1-2), (1-3), (2-1), (2-3), (2-4), (2-5), (2-6), (3-3), (4-1), (5-3). 

Ambrosía, néctar y similares: (1-1), (2-1), (2-2), (3-3), (4-2).

Análisis:

La relación de la humanidad con las sustancias enteogénicas es larga y tiene variados y múltiples registros en la arqueología; su correspondencia mítica es el llamado “elixir”. Éste tiene, a juzgar por la tradición, tres efectos fundamentales: otorga la longevidad (o juventud), la vida eterna y la sabiduría; en ocasiones, las tres cosas a la vez. Los ejemplos son múltiples. Entre los hindúes la Era Paradisíaca (que coincide con la infancia de la humanidad) recibe variados nombres. En el Manava Dharma Sastra (Leyes de Manu) es llamado Kritayuga. En el Matsya Purana se lo llama Era de Prithu; en él no existía la po­breza, ni la enfermedad, ni el pecado. En el Brahma Vaivart Purana se lo llama Satyayuga. Sus afortunados habitantes vivían 10.000 años, y nadie moría joven. Entre los aztecas su lugar de origen era una isla en mitad del agua, llamada Aztlan; en ella sus habitantes disponían de frutos abundantes, y vivían muchos años. En la mitología griega se nos describe al feliz país de Hiperborea, donde -según Píndaro- las personas vivían hasta mil años. En el Airyana Vaejah persa (su Paraíso) los seres humanos vivían más de trescientos años (y las vacas cuatrocientos). Los primeros patriarcas hebreos, como es bien sabido, vivían centenares de años. Ello puede aludir en realidad a que son considerados epónimos de culturas y naciones (no simples mortales); o bien de sus estirpes o linajes. O bien se debería a la diferente contabilización de los años. Por ejemplo, si consideramos que cada mes (ya sea solar o lunar) es un año, si dividimos 1000 años (la vida media de un patriarca hebreo de las primeras generaciones) entre 12, el resultado es 83, lo que parece más coherente con la esperanza de vida de un ser humano. Diodoro Sículo (en doce volúmenes. Harvard University Press, 1961. Libro I, párrafo 25) es de este parecer. Pero también se ha razonado que esta extraordinaria longevidad bebería de las fuentes que dieron pie a los mitos citados anteriormente (véase más arriba).

Continúa en... El árbol de los mitos

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