Fernando Yáñez de la Almedina; su conexión con Vicente Yáñez Pinzón

En mis libros El viaje secreto de Leonardo da Vinci y Los mensajes ocultos de Leonardo da Vinci sostengo que:

1. Leonardo da Vinci tendría conocimiento de Cristóbal Colón, merced a su amigo común Américo Vespucio. A través de este último conoció el perfil de América, y supo que este continente era en realidad un nuevo mundo. Más en concreto, sostengo que sería Leonardo (y no Martin Waldseemüller) quien le habría dado nombre, en honor a su amigo Américo. Leonardo habría dibujado un mapa de América, conservado en la colección Windsor (232 b u 233 a), en el que este continente aparece por primera vez con dicho nombre, y además está separado de Asia. Véase a este respecto el capítulo “Leonardo y América” en mi libro Los mensajes ocultos de Leonardo da Vinci. 

 

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Mapa de Leonardo da Vinci. América (con este nombre) aparece separada de Asia

Nota: Un lector me ha hecho la siguiente observación. Dicho mapa, según la "sabiduría convencional", estaría datado en torno al año 1514, y por tanto sería posterior al de Waldeemüller. De este modo, no haría la primera mención conocida a "América". A ello expongo que su contorno se corresponde con los conocimientos a comienzos del 1500, cuando se dibujó el mapamundi de Cantino (de 1502), al que se parece. En Los mensajes ocultos de Leonardo da Vinci afirmo lo siguiente:

 También se asegura que el mapa de Leonardo ha de ser posterior al mapa de Waldseemüller (de 1507) porque América está separada de Asia, y porque aparece un nombre (América) que había sido acuñado por el cartógrafo de Saint Dié, en la Lorena. Pero nuevamente nos encontramos ante un error de apreciación.

El mapa de Leonardo ha de ser anterior, por la sencilla razón de que apunta una visión de América muy temprana. Es demasiado primitivo para poder ser datado en la segunda década del siglo XVI (como se nos quiere hacer creer). Su concepción del Nuevo Mundo sería anterior a la vigente en 1507 (mapa de Waldseemüller), o en 1512 (mapa de Jan Stobnicza). En ambos casos, vemos el golfo de México y la península de Florida, inexistentes en el mapamundi de Leonardo. En este último, Terra Florida tiene forma de isla. Ello hace pensar que podría preceder —incluso— a los mapas de Cantino y Caverio, datados en torno al 1502.

La noción —errónea— de que el mapamundi de Leonardo es posterior al de Waldseemüller de 1507 se basa en la creencia de que su Terra Florida es la Tierra de Pascua Florida bautizada con este nombre en 1512 por Ponce de León. Pero esta península ya aparece dibujada en los mapas de Juan de la Cosa, de 1500, y de Cantino, en 1502, y tal vez fuera explorada por Vespucio en 1497. La similitud del nombre (Terra Florida y Pascua Florida) es circunstancial.

La isla llamada por Leonardo Terra Florida puede aludir, quizás, a la isla de Flores, en el archipiélago de las Azores, descubierta —según Hernando Colón— por Diego de Tiene a mediados del siglo XV. La indefinición de su mapa impide que sepamos si la Tierra Bacalar que dibuja es lo que actualmente llamamos Terranova, o bien las islas de Groenlandia o Islandia.

2. Américo Vespucio conocía a Vicente Yáñez Pinzón, el cual podría tener alguna relación de parentesco (o familiaridad) con Fernando Yáñez de la Almedina, pintor originario de esta población del Campo de Montiel (en el Sureste de La Mancha). Este último apareció, como colaborador, en el taller de Leonardo, hacia mediados del año 1505, coincidiendo con el momento en que Vicente Yáñez Pinzón y Américo Vespucio estaban preparando una expedición –no realizada- para encontrar el paso meridional hacia las Indias Orientales.

3. Si se probara dicha relación de parentesco (o familiaridad) entre Vicente Yáñez Pinzón y Fernando Yáñez de la Almedina (futuro pintor del taller de Leonardo, en Florencia), se demostraría: 1) Que Leonardo conoció efectivamente a Colón (aunque fuera de forma indirecta), y que se habría reunido en España, en el año 1504, con Américo Vespucio (éste estaba en ese momento en este país); y 2) que Fernando Yáñez de la Almedina, conocido (como luego demostraré) de Vicente Yáñez Pinzón, llegó al taller de Leonardo por expreso deseo de Américo Vespucio (repito, residente en España), colega del navegante de Palos (Vicente Yáñez Pinzón).

4. Ello supondría: 1) Un papel activo de Leonardo en el desarrollo de las primeras fases del descubrimiento de América, y 2) su presencia física en España en el año 1504, fecha en la que se entrevistaría personalmente con Vespucio. A este respecto, el Anónimo Gaddiano (véase abajo) dice literalmente que tras su estancia en el séquito de César Borgia (1500-1503) Leonardo fue a Francia y a “otros lugares” (¿Cataluña?). En ese momento (año 1504) compraría la “capa catalana” de color rosa, y dibujaría el priorato de Rocafort, en el folio 4 de Códice Madrid II. Y asimismo habría dibujado el plano y el alzado del castillo de Salses, cerca de Perpiñán.

¿Hay alguna prueba suplementaria para sostener esta hipótesis?

Desde mi punto de vista sí, y es bastante clara. La forma de conectar a Leonardo con Fernando Yáñez de la Almedina sería demostrar el vínculo de éste con Vicente Yáñez Pinzón, y este ligamen parece existir, a través de un personaje poco conocido que participó en los llamados “pleitos colombinos” (disputados entre los años 1508 y 1536): Ferrand Yáñez de Montiel.

Vicente Yáñez Pinzón, nacido en Palos, era hermano del famoso Martín Alonso Pinzón, promotor, junto con Cristóbal Colón, de la primera expedición hacia América, acaecida en el año 1492. Fue capitán de La Niña (el buque más pequeño de los tres; su hermano Martín Alonso fue capitán de La Pinta). Se sabe que ejerció acciones de piratería, entre los años 1477 y 1479, en la costa catalana y en las islas Baleares. Su primer apellido, Yáñez, sería un sobrenombre tomado de Rodrigo Yáñez, alguacil de Palos. Ésta era una costumbre muy habitual en la época, como señala Ricardo Majó Framis en su obra Los Pinzones (Editorial Gran Capitán, 1947. Página 28): “[Los Pinzones] era una familia numerosa, en el árbol genealógico de la cual, y considerado el desigual silencio de los archivos parroquiales, es muy difícil seguir las líneas directas de descendencia y las colaterales de cada uno, a causa del uso de patronímicos arbitrarios, que no corresponden al nombre del padre respectivo, sino posiblemente al del padrino de pila”. Éste sería el caso de Vicente Yáñez, ahijado de Rodrigo Yáñez.

Ello implica que la conexión entre Vicente Yáñez Pinzón y Fernando Yáñez de la Almedina no sería consanguínea, sino fruto de una serie de vínculos afectivos entre familias relacionadas entre sí por compartir una misma actividad (en este caso la marinera). Nótese que en la expedición de Castilla del Oro (1513-1514) aparece un Rodrigo Yáñez, de la villa de Palos, que sin duda sería descendiente del padrino de Vicente Yáñez Pinzón (Rodrigo Yáñez, que le dio su primer apellido).

Pero volvamos a Ferrand Yáñez de Montiel. Éste interviene como testigo en los Pleitos Colombinos, y afirma: “Que después quel dicho Christóbal Colón volvió a la dicha villa de Palos, se dijo que venía de la Corte, e que traía despachos de los Reyes Católicos para ir a hacer el dicho descubrimiento; y entonces vido este testigo que el dicho Martín Alonso Pinzón andava llevando gente e les decía: ‘Andad acá; idos con nosotros esta jornada, que andáis misereando; andad esta jornada que, según fama, habemos de fallar las casas con tejas de oro, e todos vernéis ricos e de buena ventura’” (Sebastián García. La Rábida, pórtico del Nuevo Mundo, 1992. Cita a Cesáreo Fernández Duro, 1874, tomo II, página 79).

En una población como Palos, es presumible que Ferrand Yáñez de Montiel fuese pariente del linaje Yáñez (Rodrigo Yáñez), que le dio su apellido a Vicente Yáñez Pinzón. En todo caso, Ferrand Yáñez manifiesta haber estado en Palos en el momento previo a la salida de las tres carabelas en dirección a Occidente. No es probable que existieran dos linajes Yáñez en la misma villa. Y aún menos que dichos Yáñez fueran independientes de los Yáñez de la población de Almedina, en el campo de Montiel. Ambas coincidencias (llamarse Yáñez, y ser originarios del campo de Montiel) me hace pensar que los Yáñez de Palos estaban emparentados con los Yáñez de Almedina; por tanto, muy posiblemente Ferrand Yáñez de Montiel, así como Vicente Yáñez Pinzón, habrían conocido a Fernando Yáñez de la Almedina.

Y no es descartable que el tal Ferrand Yáñez fuera el mismísimo Hernandiáñez, como era conocido Fernando Yáñez de la Almedina, pintor, en el campo de Montiel (Almedina se sitúa a escasos ocho kilómetros de la villa de Montiel).  

Almedina está a escasos ocho kilómetros de Montiel

Si ese fuera el caso, la conexión entre Colón y Leonardo, a través de Fernando Yáñez de la Almedina, estaría muy clara. Y ello sería una prueba de la presencia de Leonardo en España (más concretamente en Barcelona) en el año 1504, en que se habría reunido con Américo Vespucio, amigo y colega de Vicente Yáñez Pinzón. Éste le habría recomendado este conocido (y tal vez familiar) talentoso para ingresar en el taller de Leonardo, el cual le ayudaría a pintar La batalla de Anghiari, en el año 1505, en el Palacio de la Señoría de Florencia. 

Vicentiáñez: un nuevo indició de la conexión de Vicente Yáñez Pinzón con Hernandiáñez (Fernando Yáñez de la Almedina)

Repasando el boletín número 44 del Centre d'Estudis Colombins (septiembre del 2008), he encontrado un breve artículo en el que se expone un trabajo de Juan Gil, titulado "Nuevos documentos sobre Vicentiáñez Pinzón y Cristóbal Guerra". Literalmente se dice:

"Els treballs de Juan Gil sempre són molt profitosos, ja que es basen en la dura tasca de selecció i de transcripció de documents originals. En aquest cas, però, a més de les noves troballes en els arxius històrics sevillans, ens sorprèn en denominar el conegut Vicente Yáñez Pinzón en la forma expressada en el títol del seu treball: Vicentiáñez".

Al leer este párrafo, inmediatamente he pensado en la biografía más autorizada de Fernando (o Hernando) Yáñez de la Almedina (La incógnita Yáñez), obra de Pedro Miguel Ibáñez Martínez, publicada por Ediciones de la Universidad de Castilla La Mancha en el año 1999. Aquí el autor escribe literalmente:

"Al igual que abandona la ciudadanía valenciana [Hernando Yáñez de la Almedina] al encontar la suya propia almedinense, renuncia al apelativo anterior de Fernando de Almedina cuando rescata su identidad gentilicia: Fernando Yáñez, convertido familiarmente en Hernandiáñez".

En los documentos transcritos por Juan Gil en torno a Vicente Yáñez Pinzón, en cuatro ocasiones se utiliza la forma Vicentiáñez, frente a otras cuatro en las que se emplea la denominación Viçente Yáñez (Pinçón). Joan Llorens i Samsó, comentarista de este hecho, señala que le llama la atención hallar la forma Vicentiáñez, frente a la más tradicional de Vicente Yáñez. No le sorprendería de haber conocido el apelativo por el que era conocido Hernando Yáñez (el pintor que trabajó en el taller de Leonardo).

El autor de La incógnita Yáñez no duda en afirmar que el artista manchego nació realmente en la Almedina, puesto que algunos documentos lo atestiguan. El primero lo hallamos en la obra Relaciones de los pueblos de España (1575), en la que aparece un tal "licenciado Yáñez, el cual fue natural desta villa [Almedina] y en el arte de pintar del pincel fue la mas rara habilidad que hubo en sus tiempos". Asimismo, en un poder de cobro redactado por el mismo Hernandiáñez, del año 1525, éste se declara "vecino de la villa de Almedina". También aparece como padrino en un bautizo, en la villa de Almedina (1519), en el que firma como "Ferrandiáñez, pintor".

Nótese aquí la forma Ferrandiáñez, coincidente con el Ferrand Yáñez que atestigua haber estado presente en la partida de las carabelas colombinas en Palos, en el año 1492. Pero lo que es realmente relevante es que Vicente Yáñez comparta con Fernando Yáñez el mismo apelativo: Vicentiáñez, versus Ferrandiáñez (o Hernandiáñez).

Desconozco si era costumbre realizar este tipo de amalgamientos en lo que se refiere a la forma de llamar a las personas. Pero todo parece indicar que el vínculo entre Vicente Yáñez Pinzón y Fernando Yáñez de la Almedina era tan estrecho que llegaron a compartir la forma en que se daban a conocer a los demás.

A continuación, expongo dos documentos de mi página web donde se puede ampliar esta información.

Artículo Más evidencias sobre el segundo viaje de Leonardo a Cataluña

http://www.joseluisespejo.com/index.php/leonardo-da-vinci/151-mas-evidencias-sobre-el-segundo-viaje-de-leonardo-a-cataluna-4

En cambio, en septiembre de 1504 [Leonardo] desaparece de Florencia: “Según parece, en septiembre o a primeros de octubre de 1504 (Leonardo) dejó Florencia” (Charles Nicholl, página 427). Estaba irritado con la Signoria porque le habían impuesto la ingrata compañía de Miguel Angel en la decoración de la sala del Gran Consejo del Palazzo Vecchio. Pudo partir incluso antes: el último cobro por el llamado Fresco de Anghiari tuvo lugar a finales del julio de 1504; el 3 de agosto de 1504 llega a su taller Jacobo el Alemán; y el 9 de agosto extrae 10 ducados de la hucha. Poco después, Leonardo ya no estaba allí. Charles Nicholl escribe: “Y mientras se desarrollaba este monumental fiasco en las llanuras pisanas (el fracaso del desvío del Arno), un fiasco en el que (Leonardo) tenía su parte de culpa, ¿dónde estaba Leonardo? Fuera de la ciudad, seguramente” (página 432). No volvemos a saber de él hasta el 20 de octubre de 1504, en que Leonardo reside en el castillo de Piombino. El 1 de noviembre de 1504 “hace la demostración” al señor del lugar (Jacopo de Appiano). ¿Qué demostración? ¿Acaso el valor defensivo de las rampas en la fortificación de los muros del castillo de Piombino? ¿Es por ello que entre agosto y octubre de 1504 visitó el castillo de Salses, así como otros lugares de las tierras catalanas?

Tenemos otra evidencia de la presencia de Leonardo en tierras catalanas. Ya en Florencia, en abril de 1505 efectúa un pago de 5 florines de oro a Ferrando Spagnolo. Éste era, en realidad, Fernando Yáñez de la Almedina, el cual pintó algunas obras de estética “leonardiana”. Además de en Italia, trabajó en Valencia, Cuenca y Barcelona 7.

En ese período debió dibujar el retrato de Amerigo Vespucci, que a fines del 1504 estaba en España (tras su cuarto viaje, realizado entre mayo de 1503 y junio de 1504), al servicio de la Corte, para preparar una expedición en busca del paso del sudoeste. En abril de 1505 (en las mismas fechas en que Fernando Yáñez se incorpora al equipo de Leonardo) obtiene la nacionalidad española. Se le encargó la preparación de una expedición capitaneada por Vicente Yáñez Pinzón (¿acaso familiar de Fernando Yáñez de la Almedina, el Ferrando Spagnolo al que alude Leonardo?) 8.

Notoria similitud de sus diseños de fortalezas con el castillo de Salses; look a la manera española de La Gioconda; retrato de Vespucci anciano (según Vasari), que en esos tiempos residía en España; incorporación de Fernando Yáñez de la Almedina al taller de Leonardo… Demasiados vínculos con España en tan corto período (entre 1504 y 1505). ¿Consecuencia todo ello del segundo viaje de Leonardo a Cataluña.

Sea como sea, el Anónimo Gaddiano (1540), una de las fuentes más antiguas de la vida de Leonardo, habla claramente de dos viajes de Leonardo a Francia (y a otros lugares), no uno (como se afirma habitualmente). Ello daría fe de su segundo viaje a Barcelona y Salses, en 1504, donde habría tomado notas para pintar La Gioconda. Literalmente dice así: 

"Estuvo con César Borgia [1500-1503], y más tarde partió a Francia y a otros lugares [¿1504?, ¿también a España?] [primer viaje]. Volvió a Milán [1506], pero a causa de los disturbios que asolaron el estado mientras trabajaba para fundir el caballo en bronce, regresó a Florencia [1507; nótese la confusión con su primera estancia en Milán]. Allí vivió seis meses en casa del escultor Giovan Francesco Rustichi, en la vía Martelli [1507]. Regresó de nuevo a Milán [1508], y luego a Francia [1516] [segundo viaje], para servir al rey Francisco... En su testamento dejó a micer Francesco da Melzi, caballero milanés, todo el dinero, las ropas, los libros, los escritos, los dibujos, los instrumentos y los retratos, es decir, todo lo relacionado con la pintura, el arte y la industria que allí tenía, y lo nombró albacea de su voluntad".

NOTAS:

7 Leonardo hace dos alusiones a este “Ferrando Spagnolo, dipintore”. La primera, de 30 de abril del 1505, y la segunda, del 30 de agosto del mismo año. La personalidad de este artista ha sido largamente discutida. Se le suele confundir con otro Fernando (Fernando de Llanos), que al igual que Fernando Yáñez, del que hablamos, pudo haber trabajado con Leonardo, si bien en fechas anteriores (se habla de la segunda mitad de la década de los 1490, en su primer período florentino). Esto es lo que sostiene Carlo Vecce en su biografía sobre Leonardo (página 250): “Se paga aparte a los pintores colaboradores: Raffaello d’Antonio di Biagio, Ferrando Spagnolo (es decir, Ferrante de Llanos, que ya fuera alumno de Leonardo en Milán)…” Tanto uno (Fernando de Llanos) como otro (Fernando Yáñez) pintaron obras de estética “leonardiana” (Fernando de Llanos su Epifanía o la Huida a Egipto; Fernando Yáñez su Santa Catalina o la Sagrada Familia). Es destacable el hecho de que Fernando Yáñez imita en algunos de sus cuadros (San Juan Bautista y San Sebastián, así como el San Antonino y San Vicente Ferrer) el gesto tan leonardiano del “señalamiento hacia el cielo”.

8 He consultado numerosas biografías y estudios de Americo Vespucci (el de Roberto Levillier, publicado por Editorial Nova; la Biblioteca de Autores Españoles, volumen LXXV, escrito por Martín Fernández de Navarrete; o la biografía de Stefan Zweig, entre otros) y en ninguno de ellos he encontrado una sola evidencia de que Vespucci visitara Florencia, o Italia, a partir del 1500 hasta su muerte en 1512. Si nos atenemos a la horquilla temporal que he mencionado más arriba, a partir del 1503 ciertamente estaba muy ocupado con sus viajes y sus estancias en España y Portugal. Cuenta Vespucci que tras su fallido cuarto viaje entró en Lisboa el 18 de junio de 1504. El 4 de septiembre envía una carta datada en esa ciudad, con destino –se afirma- al gonfaloniero de Florencia, Pietro Soderini. Su título latino: Quatuor Americi Vespucii navigationes. En dicho relato Vespucci relata sus famosos “cuatro viajes”. Con fecha del 5 de febrero de 1505 el Almirante Cristóbal Colón envía a su hijo la siguiente misiva: “He hablado con Américo Vespuchy (cámbiese la V por una D y tendremos Despuchi, que es como firmaba Americo Vespucci en España), quien se dirige a la Corte, donde ha sido llamado para ser consultado sobre unos cuantos asuntos relacionados con la navegación”. En abril de 1505 Vespucci recibiría la “carta de naturaleza” (la nacionalidad) “por sus buenos servicios”. En 1508 fue nombrado “piloto mayor” del reino de Castilla.

Artículo La pista italiana de Cristóbal Colón

http://www.joseluisespejo.com/index.php/proyecto-colon/285-3-la-pista-italiana-de-cristobal-colon

Colón fue asimismo amigo y conocedor de los Yáñez, en concreto de Vicente Yáñez Pinzón, quien, según N. Coll i Julià (“Vicente Yáñez Pinzón, descubridor del Brasil, corsario en Cataluña”) había actuado, como el mismo Almirante, de corsario. Es bien sabido su papel en la gesta colombina. Se le reputa como descubridor de Brasil, y era buen amigo de Americo Vespucio. Con él, hacia 1505, preparó una expedición –frustrada- para encontrar el “paso meridional” de las Indias hacia Asia.

En definitiva, Américo Vespucio tenía una relación estable de colaboración -y quizás de amistad- con otro colega de Colón: Vicente Yáñez Pinzón. ¿Tendría dicho navegante un vínculo familiar con Fernando Yáñez de la Almedina, el Ferrando Spagnolo al que Leonardo alude en sus cuadernos? Éste aparece en su vida en la primera mitad del año 1505, meses después de su -supuesto- segundo viaje a Cataluña. ¿Se lo presentó Américo Vespucio, de parte de su compañero en las artes de la navegación Vicente Yáñez? ¿O acaso llegó a Italia siguiendo el séquito del papa Borgia (Rodrigo de Borja), y tras su muerte se dirigió a Florencia probando fortuna?

¿Qué pretendo demostrar exponiendo estas “relaciones de familia” -directas o indirectas- entre Colón, Vespucio, los Geraldini, los Giocondo y Vicente Yáñez Pinzón? En definitiva, que Colón conoció –de forma directa o indirecta- a unos personajes que tuvieron un rol importante en la vida de Leonardo da Vinci. Estamos hablando de “vidas cruzadas” de individuos que tienen algo que ver entre sí: todos tenían relación tanto con Cristóbal Colón como con Leonardo. 

Los Da Vinci, los Casanova y los Geraldini tenían una tribarrada en su escudo.

Yo me pregunto: si dos individuos tienen amigos comunes, ¿no es posible que dichos individuos se conozcan entre sí? O dicho con otras palabras: si Leonardo y Colón conocían a las mismas personas, ¿no sería lógico que se pudieran haber conocido?

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